Qué dificil son las despedidas, más aún cuando el cariño que le empiezas a agarrar a la gente es sincero. Aguantas todos sus defectos y de alguna manera cuando faltan, los extrañas mucho. Sin embargo llega un momento en el que sus caminos deben de separarse y es ahí cuando la melancolía te abruma y esperas un día, muy pronto, volver a compartir con ellos una charla amena.
El 8 de Mayo del 2007 entré a trabajar en lo que hasta hoy, fué mi trabajo. Me contrataron como secretaria - asistente - recepcionista. El primer día que llegué ahí me sentí muy insegura, me preguntaba si era capaz de llevar a cabo mi trabajo sin fallas, si cumpliría con las expectativas de mi jefe; recuerdo que ese día estaba su esposa ahí y ella fué la que me "enseñó" lo que debía hacer (enseñó a medias, porque recuerdo que medio me dirijía la palabra y en un rato quedó ahí dormidota en el sillón de la oficina XD). Después de algún tiempo, me arrepentí de haberme metido ahí, mi jefe solo platicaba de cuando iba al gimnasio, de lo feas o bonitas que eran físicamente las personas....... y de muchas cosas que para mí carecían de sentido. En últimos días llegaba a mi casa fastidiada y harta de todo, anhelaba dejar mi trabajo, mandar al demonio todo, talvez ese sentimiento fué ocasionado por la falta de vacaciones, ya había cumplido un año y no me las daban, agregando que no había faltado ni un solo día.
Mi paciencia se iba agotando, sin embargo, la relación con mis jefes se estrechaba cada vez más, me llevaba mejor con ellos, aprendí a sobrellevarlos y a "hacerlos felices". Por esos días presenté mi examen para regresar a la escuela decidida a mejorar mi calidad de vida.
Juré y perjuré que los resultados del examen no me iban a favorecer en nada (digamos que no me fué muy bien y a causa de eso me encerré en mi cuarto casi por una semana sin querer saber del mundo; llegaba del trabajo y me encerraba a llorar y llorar), pero cual va siendo mi sorpresa que el destino me había favorecido una vez más (Karen dice que tengo una suerte de perro en cuestión de exámenes XD). Legué a uno de los puntos en mi vida donde tenía que tomar una gran decisión: seguía trabajando en la empresa que muy amablemente me había abierto las puertas, en donde me sentía tan agusto y contenta o regresaba a la escuela y de alguna manera, a un breve tiempo de limitaciones y carencias (por no tener trabajo)... no podía decidir, pero hubo algo que determinó mi decisión, las expectativas que tenía en mí mi mamá, no podía desepcionarla una vez más, si necesito un papel para hacerla feliz y de alguna manera, hacerme feliz a mi también, lo tendría.
Es así como decidí renunciar a mi trabajo. Al principio no pensé que me afectara tanto, pero... ¿cómo no te puede afectar el separarte de las personas con las cuales compartiste la mayoría de tu día, 6 veces a la semana durante un año 3 meses? Lo acepto, me encariñé de sobremanera, con todos: Sr. Rafael, Sra. Olga, Sr. Luis, Contador... y mi jefe. Creo que el día de mañana lloraré.
Ellos me prometieron que las puertas de su empresa estarán siempre abiertas para mi, y eso espero; de verdad, me gustaría en un futuro no muy lejano volver a trabajar con ellos.
Los quiero mucho a todos, y les deseo mucho éxito y suerte en los proyectos que deseen iniciar ^___^.