Mü§îç: DBSK - Ashita wa kuru kara
Hay algunos temas de los que quisiera escribir pero a veces siento que las palabras no salen de mis 'dedos', ando corta de inspiración o simplemente se me olvida hacerlo. ¿Cuál sería la mejor manera de empezar y exponer lo que siento en este momento?, veamos...
¿Ustedes creen que el amor nos atonta?. Digamos, a mi me sucede todo el tiempo. Ese momento en el que hablas con la persona que te gusta y no puedes evitar sonreír y sientes tu corazón lleno de felicidad. Ese sentimiento es muy lindo, por un segundo olvidas todo lo que te agobia y te enfocas completamente en disfrutar ese efímero instante.
El amor nos hace felices pero ¿a qué grado? ¿será que disminuye tu capacidad para razonar y tomar decisiones certeras? ¿el amor nos atonta?.
Muchas personas cuando deciden compartir su vida con la persona que aman dejan a un lado su individualidad, en muchos casos hasta sus sueños e ilusiones, por imaginar un futuro junto a esa persona.
Yo no soy nadie para criticar la vida de los demás, ya que no he tenido la oportunidad de experimentar ciertas situaciones de primera mano, pero si me hace pensar en lo que yo haría si es que me encontrara en esa misma disyuntiva.
Lo que escribo viene al caso por dos situaciones que tengo la oportunidad de conocer cercanamente. La primera es por mi mamá, quien dejó un trabajo excelente (en su tiempo) para empezar una vida (de muchas carencias, friamente hablando) con mi papá. Las diferencias de educación, formación académica, etc., entre ellos fue el origen de interminables pleitos y en muchas ocasiones (ella no me lo ha dicho tal cual, pero puedo sentir que así fue) de lamentaciones por haber dejado la oportunidad de tener una vida 'tranquila y próspera' por seguir al que en ese momento consideraba su compañero de vida.
Lo repito, no tengo ningún ánimo de juzgar, lo único que pretendo es entender la situación y en todo caso 'aprender en cabeza ajena'.
Volviendo al punto, aún cuando mi mamá se hubiera quedado en ese trabajo la vida es una rueda de la fortuna, unas veces estamos arriba y otras abajo y nada aseguraba que su futuro fuera más prometedor, pero como siempre queda la espinita del '¿qué hubiera pasado si...?, talvez mi vida estaría un poco más holgada'.
En retrospectiva, en ese instante la decisión que tomó parecía, dentro de lo que cabe, fácil. Motivada por la idea de que los dos harían frente a las situaciones difíciles y saldrían adelante juntos, hasta la idea de 'comer todos los días únicamente frijoles' parecía genial, pero la realidad fue otra. Pronto se dio cuenta que las cosas no eran tan fáciles y que por mucho que se esforzaran 'el amor no se come', así que más pronto de lo que canta un gallo comenzaron los problemas, los distanciamientos, los reclamos.
Y así pasaron los años, las carencias (entre otras cosas) mermaron su amor y finalmente todo concluyó en lo que ya conocemos.
La vida es un eterno andar, y en ocasiones la más mínima decisión que tomemos en nuestro camino repercutirá enormemente en nuestro futuro, por más insignificante que parezca.
Un simple 'sí' o 'no' influye sobremanera en nuestras vidas, creo que le llaman 'el efecto mariposa'.
Esto mismo sucede al revés, cuando piensas que hacer una vida con cierta persona puede asegurarte un futuro próspero y cómodo. Ves como un 'bonus' el hecho de que la persona que amas tiene una buena posición económica, y sin dudarlo abandonas tus sueños y te aferras con todas tus fuerzas a esa oportunidad de vivir con alguien que te ofrecerá una calidad de vida superior a la que tienes, pero volvemos a lo mismo, unas veces estás abajo y otras arriba.
Mi tía era, en cierto modo, la envidia de mis demás tíos. Siendo la más 'atractiva' de tod@s, se casó con un chico con una posición acomodada, aún cuando ambos se encontraban al comienzo de sus vidas universitarias. Pronto se embarazaron y mi tía dejó a un lado la escuela por dedicarse a su bebé, mientras el chico terminaba de estudiar y aseguraba aún más su prometedor futuro. Sin embargo varios años después su 'hogar' no resultó tan perfecto. Derivado de una celotípia severa que padecía mi tío, se vieron obligados a separarse y eso dió como resultado que mi tía se fuera a vivir con mis dos primitos a otro estado, huyendo del infierno que sufría estando bajo el mismo techo de aquella persona que le había prometido un futuro feliz.
Después de que mi tía era la más 'pudiente' de la familia, pasó de tener una casa hermosa y grande a vivir en una casita pequeñita y austera. El día de hoy, por el completo abandono económico de mi tío, la situación que están pasando es de lo más difícil y complicada... pasaron de tener todo a carecer, en ocasiones, hasta de lo más elemental.
Todo esto me lleva a plantearme la misma pregunta, ¿el amor te cegará para tomar decisiones efectivas? cuando somos felices tomamos decisiones basados en el valor sentimental de las cosas y no en el beneficio real que pueden producir.
Y como ya lo dije, nuestro futuro es una inmensa rueda de la fortuna. A veces las decisiones que creemos correctas con el paso del tiempo no lo parecen tanto y al revés, a veces nuestras peores decisiones son las que nos hacen más felices.
En estos casos no creo que exista la decisión correcta, simplemente se actúo con el corazón y los sentimientos a flor de piel. La vida misma es la que se encarga de poner pruebas en el camino, que sólo nos harán demostrar nuestra perseverancia y ganas de seguir adelante.
Hoy mi tía se siente sola y creo yo se lamenta de lo hecho en el pasado, pero estoy segura que el porvenir trae tiempos mejores. Creo que no es que el amor nos haga perder inteligencia, creo que solo nos hace soñar con la felicidad, y es esta última lo que más trabajo, sudor y lágrimas cuesta en la vida.
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