Mü§îç: Ars Amandi - De nuevo aquí
No cabe duda que el tiempo siempre revela la verdadera esencia de las personas.
Resulta que en algún tiempo me llevé super bien con cierta persona 'A'. Eramos incondicionales. De hecho mi vida cambió mucho gracias a su amistad, pero por ciertas circunstancias de la vida nos empezamos a alejar. Talvez mi culpa, talvez no, lo cierto es que después de ser inseparables nuestra amistad se esfumó casi tan rápidamente como llegó.
Los intereses de ambas y en realidad la vida de ambas cambió mucho, y la gente de nuestro alrededor también lo hizo. Muchas de ellas también notaron el cambio en el comportamiento de 'A' y nos acercamos entre nosotras mucho más.
No voy a mentir, mi manera de pensar es muy diferente a la de esas personas pero en algún punto congeniabamos y surgió cierto sentimiento de amistad.
Traté de apoyarlas lo más que pude, no sólo moralmente, sino económicamente y materialmente hablando. Creí en la lealtad, en su lealtad. Finalmente la puñalada por la espalda se hace evidente.
No quiero decir que la gente debe de estar sometida a otros simplemente por un sentimiento de lealtad que se puede llegar a sentir, lo que lamento es que la gente cuando más necesita recurre a ti, como si de su última esperanza se tratase. Finalmente y cuando ya hayan satisfecho sus necesidades (o deseos) te botan, te dan una patada en el trasero y les vale si te costó mucho o poco lo que hiciste por ellos.
Pues que la vida les regrese todo lo que hacen, bueno o malo. Finalmente al que actúa mal, se le pudre el tamal.
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